viernes, 27 de febrero de 2015

Llanquihue On fire Día 0

La expresión On fire se me pegó un día, que estabamos planeando vacaciones con Island. Entre los lugares, de pronto me dice "la única opción por esos lados es Los Andes... Los Andes On fire". Y es divertido, porque es mentira. Los Andes, hasta el nombre es aburrido.
 Desde entonces, esa idea quedó incubada pero no salió hasta que fui a Villarrica, que si bien es una ciudad On fire real, las fotos que subí a mi facebook no eran ná tan On fire, ya que no había ningún registro de que en realidad fui a esa ciudad a puro drogarme (ya llegaré a eso que acabo de recordar que olvidé escribir acá).
  Bueno, nuestro viaje comenzó el domingo 15 de febrero. Arreglamos las bicis, empacamos todo, hicimos check list de lo que estaba empacado, subimos las cosas al auto pero no hicimos check list de las cosas que iban en el auto. ¿Para qué? ¿Qué podía salir mal? Mi madre nos va a dejar al terminal... o eso intenta, porque nos encontramos con que el terminal estaba bloqueado para autos por un radio de dos cuadras. Entonces, estacionamos a dos cuadras y empezamos a bajar las cosas. Armamos las bicis, comenzamos a equiparlas... los colchones inflables, los sacos de dormir... la carpa... Wait ¿La carpa? ¿Dónde chucha estaba la carpa?
  Entonces comienza la retrospectiva, como una película. La carpa había sido amarrada a la bici de Island en primer lugar (porque el primer plan era irse en bici al terminal). Como había sido amarrada en la bici de Island y no en la mía, yo la olvidé. Como ya había sido amarrada a una bici, fue tachada en el check list como equipada y nos olvidamos de ésta. El problema es que sacamos la carpa de la bici para llevar la bici en el auto y estaba, en mi imagen mental, la carpa en el suelo del living, solitaria, a 40 minutos en auto de nosotros. Por nuestra parte, a nuestro bus le faltaban 15 minutos para llegar al terminal, no lo íbamos a lograr. Mi primera idea fue simplemente devolvernos, pero Island dijo que podíamos comprar otra carpa o rezar porque mi mamá la fuera a buscar. La segunda opción predominó en un comienzo.
  Mi mamá insistió en que si, pero yo siempre supe que era imposible. Ella se fue a la casa, intentando llegar a tiempo y nosotros caminamos al terminal con todas las otras cosas.
  Febrero día domingo... en qué estabamos pensando? era obvio que el terminal iba a estar llenísimo. Apenas pudimos pasar entre la gente y milagrosamente pudimos ubicarnos entre ese mar con nuestras bicis cargadas. No recuerdo de quién fue la idea, pero parecía mejor opción que mi madre nos mandara la carpa por encomienda, para que nos llegara el martes, a alguna parte. Llamo a mi mamá, que me dice que le está echando bencina al auto, así que le dije que mejor la mandara por encomienda al día siguiente. Subimos al bus y yo solo quería olvidarme de los problemas, escuchar música y no pensar ninguna weá hasta llegar a Puerto Varas. Pero a Island le gustan los problemas y le gusta pensar en soluciones, mas de una, ojalá mil, y por supuesto, comentar esas soluciones.
  Su primera idea era que nos quedáramos en un hostal en puerto varas la noche del lunes, para esperar que la carpa llegara el martes. El hostal mas barato salía 32mil pesos, versus un camping que sale alrededor de 8mil, no parecía una buena opción.
  Otra idea era comprar una carpa decente y después revenderla para recuperar algo de la plata y así dejarnos de hueviar.
  Otra idea, era quedarse en un Hostal en Ensenada (a 50 kilómetros de puerto Varas) que era nuestra primera parada en bici y llegar el martes a puerto octay, lugar donde mi madre podía mandar la carpa. Otra idea, era empezar el recorrido al revés y llegar a Frutillar y quedarse en un Hostal allá y que la carpa llegara a Puerto Octay.
 Oooootra idea, era, comprar una carpa de 10 lucas, rezar para que aguantara la noche y esperar nuestra preciosa carpa, de todas formas ahorrabamos en alojamiento con eso.
-¿Que tan mala puede ser esa carpa? ¿Cómo no va a aguantar UNA noche?" me dijo Island.
  En el peor de los casos, podía ser una de esas historias en las que uno dice "como va a aguantar una noche?" y que realmente no aguante ni una noche.
  Esa parecía ser la mejor opción, al fin pude dormir un poco en el bus.

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