lunes, 23 de noviembre de 2015

Me cargan los vendedores

No es por nada que me haya ocurrido ultimamente en particular, pero la presencia de vendedores disminuye considerablemente mi consumismo, ya que solo quiero dejar de tener contacto con personas lo mas pronto posible así que salgo corriendo. Si nadie se me acercara a hincharme, entonces me quedaría durante horas mirando cosas hasta que finalmente llevaría todo lo que tenía pensado comprar.
También me cargan, porque los vendedores suelen ser gente que no sabe nada, y claro por algo son vendedores. No me mal interpreten, no es mi intención ser clasista, peeeeero, el trabajo de vendedor no es de los mejor remunerados, por lo que el perfil de alguien que trabaja en eso no puede ser muy alto. Yo misma fui vendedora de comida, y no sabía qué es lo que estaba haciendo.
Y claro, no es culpa del vendedor mismo, mal que mal, es una pobre persona tratando de ganarse la plata para cosas divertidas o en el peor de los casos para intentar mantener a una familia. La culpa es de la empresa, que les da una pobre o nula capacitación sobre los productos que se venden y solo le dicen "ya, anda a vender, vende esta marca e inventa cualquier cosa".
Y por eso me carga preguntarle cosas a vendedores, odio los lugares donde tienes que pedir las cosas en el mesón, porque solo tienes unos segundos para identificar el producto, antes de que el weón llegue a preguntarte "¿Que necesita?" y entonces, ya es tarde, tienes que confesar lo que andas buscando, porque sino, eres una rota ordinaria. Así que me rindo y pregunto por aquella cosa que sé que existe, porque la he visto a la venta en otros lugares (a los cuales no puedo ir por diversas razones que es una paja especificar pero básicamente por presupuesto). Y entonces, ahí está, esa mirada horrorizada, extrañada, divertida... como si yo estuviera preguntando por leche de unicornio, polvo de hada o bolas de centauro. ¿Por casualidad tendrá semillas del ermitaño, joven?
-Nooooo... eso no exiiiiiiste- me dicen, con el seño fruncido algunos, con una sonrisa nerviosa otros... pero finalmente la situación es la misma, me tratan como una estúpida siendo que ellos son los ignorantes-. Lo que tenemos acá son... peras, yo creo que las peras te pueden servir.
-Tengo peras y no sirven (idiota)... gracias (por nada, imbécil)
Y me voy de la tienda, con la idea de que a lo mejor tienen el producto por le que pregunté y solo me lo niegan porque llevan un día trabajando ahí y no conocen todo el inventario. Y sobre todo con esa indignación que vengo trayendo conmigo desde el liceo, que surge de la gente que me trata como estúpida por saber mas cosas que ellos. Cosa que no me hace mas inteligente, tampoco, obviamente... o siiii?

martes, 17 de noviembre de 2015

Del pergamino al smartphone

Denante se me cortó el internet, y mientras esperaba que volviera, me puse a recordar mis años mozos, esos en los que el internet no era tan masivo como ahora. Esos tiempos en que era cosa de gente pudiente.
Los jóvenes de la época bajaban música canción por canción, por kazaa, para poder poner música en los malones mientras hablan de cosas que eran "grosas", "el descueve" y ¿Por qué no decirlo? "vacuna".
La verdad es que no fue hace tanto tiempo, por lo que mis bromas no aplican... pero lo del kazaa sigue siendo cierto.
En esos buenos tiempos, en los que solo algunos privilegiados tenían internet en sus casas, una tenía que ir a unos lugares ya medio obsoletos en la actualidad llamados "ciber café".
Se llamaban así porque de verdad vendían café.
Actualmente una va a esas cosas a imprimir, con suerte, si es que eres un estudiante sin dinero para impresora y/o tinta o si bien tienes impresora, pero se echó a perder, como es el caso de mi familia. Y en lugar de café me compro unos cuántos kegol y sería.
Y bueno, como los jóvenes estábamos obligados a ir al ciber para acceder a internet, y nos cobraban por hora, una sola se podía dedicar a hacer cosas importantes y urgentes, como bajar música, fotos y juegos; ver uno que otro video de happy three friends (si es que tampoco tenías cable como en mi caso), chico migraña y en el peor de los casos, roberto manfinfla. Y claro, en última instancia, buscar información para las tareas y los trabajos del liceo (claro que si, campeón).
Como el internet no era tan masivo y la gente no se podía meter en cada momento, la vida seguía existiendo afuera del pc, el notebook, el smartphone o del blackberry (jajaja, blackberry, si, claro).
La comunicación era distinta, los memes no eran de conocimiento general, y si se te ocurría decir cosas como "fail" u "owned" (ha pasado tanto tiempo desde el 2005? de verdad?) la gente te apedreaba en la calle y te expulsaban de la comunidad.
Y bueno, lo mas parecido a los memes que conocí, fue unos cartelitos que vendían en las ferias artesanales, que decían cosas como "mandamientos del vago: 1) si tienes ganas de hacer algo, acuestate y espera a que se te pase...", o el "padre nuestro del borracho" entre otras cosas, frases llenas de jocosidad e incluso un poco de sabiduría.
Tú comprabas estos cartelitos y los colgabas en tu pieza, entonces cuando tus compañeros del colegio o amigos iban a tu casa, leían los carteles y admiraban lo cool que eras. Mentira, nadie lo encontraba cool, y eran pocos los que tenían la exorbitante suma de $500 como para despilfarrarla en esa tontera. Normalmente estaban en la casa producto de algún regalo de cumpleaños, de mal gusto, pero regalo al fin.
Yo, que apenas tenía vida social, nunca tuve esas huevadas, nos limitábamos a leerlas en la feria artesanal junto con mis compañeras y como buenas escolares no teníamos plata y nunca compramos nada en la vida.
La cosa es que con la tecnología, estos cartelitos, en algún momento fueron transferidos al computador y finalmente al internet. Comenzaron a aparecer tímidamente en cadenas de correos y algunas veces la cosa se ponía mas profesional y esta información inútil pero divertida comenzaba a llegar en nada mas y nada menos que en archivos en formato ppt, los cuales tenías que descargar para poder ver... en pantalla completa, con animación de texto y de imágenes... tecnología de punta.
Ya después no eran solo las cadenas de correos... habían páginas que estaban llenas de archivos ppt, llenas de todo, de lo que se te pudiera ocurrir, desde gatitos hasta la importante noticia que todos debían conocer: las agujas con sida en el cine.
El lado bueno, es que comenzó a formarse un nuevo tipo de humor y comenzaron a circular chistes que de eran entendidos tanto en mi país, como en u.s.a. y europa.
En la actualidad hablas con alguien, y es super probable que conozca casi la misma cantidad de memes que tú, no como antes, que ese nivel de entendimiento se limitaba a tus cercanos y en mi caso, ni siquiera a eso.
Verán, para mi es muy emotivo esto de poder decirle memes a la gente y que los comprendan, porque en mi años mozos, donde no había internet para todos, yo iba al ciber, veía un meme, me hacía gracia y llegaba a compartilo al liceo y nadie lo comprendía y me trataban como si yo estuviera botando baba con la mirada perdida en el techo.
Y bueno, no sé como rematar esta entrada así que la voy a publicar así no más...


lunes, 9 de noviembre de 2015