domingo, 12 de mayo de 2013

Por qué los hombres las prefieren aburridas...

En realidad el título lo puse por poneeeerlo no mas, no tiene mucho sentido, solo una pequeña relación con algo que ocurrió hoy.
En la mañana andaba buscando algo para leer y de repente encuentro "Por qué los hombres las prefieren brutas". Y dije, bueno, ok, total, siempre se puede caer mas bajo en la lectura y no es como si lo fuera a leer a la vista de todos... etc.
La cosa es que empecé, me aburrió el prólogo, me lo salté, empecé con el capítulo 1 y encontré que la mina, entre que se disculpaba mucho y entre que era terrible de redundante... me aburrí y lo cerré. Lo triste, es que mientras lo leía y decía "puta la weona latera" pensaba, que lo peor de todo, es que yo escribo igual que ella, soy igual de repetitiva y pido disculpas y me hago la chistosa, pero no me resulta cada vez que lo intento, igual que a ella.
El lado bueno es ya sé que tengo potencial para escribir un libro de autoayuda.

lunes, 6 de mayo de 2013

La gravedad en internet

No estoy hablando de la gravedad ñoña y aburrida, estoy hablando de la gravedad... eeeeh, figurada? Puede ser?
La cosa es que la gente es entera de grave.
Les cuento. Estoy metida en un grupo en facebook que se llama Feria Cletera. La cosa es que el estereotipo que tengo del ciclista es de una persona relajada porque no tiene mamarse el metro, la micro o el taco para ir y venir del trabajo. Mas aún, si su trabajo además, tiene que ver con bicis, mas relajado aún.
La cosa es que un loco, que me pareció gracioso, escribe en la página "algún manual para pedalear con hipster?". Y yo me reí, y le dije que a mi siempre me han parecido medio hipster las bicis de paseo... bla bla bla. Como a 3 personas les gustó mi comentario, me sentí muy popular... etc.
Pero entonces empezaron a hueviar a los tipos que andan en fixie. No voy a entrar a explicar qué es una fixie porque esto se pondría mas pajero de lo que ya es.
Y bueno, luego de eso, aparecieron los que andaban en fixie reclamando, y al final empezaron a insultarse. O sea, con insultos de facebook no más, donde no hay mucho garabato ni se meten con la madre de nadie, porque todos podemos saber sus nombres y perseguirlos por "malos".
Finalmente apareció el peor grupo... el que empieza a reclamar porque están peleando y "llenándose de veneno". Y ahí como que vi la gravedad.
Verán, entre los foros que veía en mi "juventud" y los comentarios que suelo leer en jaidefinichon, ya no me espanta que la gente se agarre a chuchás por todo, principalmente porque me lo tomo como hueveo y como que no es personal. Entonces cuando veo a alguien tomarse en serio la pseudoviolencia en internet, me espanto un poco, porque me imagino a ese pobre sufriendo por la maldad que hay en el ciberespacio, tal como lo hice yo cuando recién empecé a ver a la gente pelear.
La cosa es que desde que me tomo esas peleas con humor, lo paso mucho mejor en todos estos espacios absurdos, y debe ser por lo mismo que no meto a leer los comentarios de las páginas de noticias, porque la mayoría de la gente es grave y me violenta que la gente hable en serio, la seriedad, me deprime.
Y la cosa es que deeeejen que la gente odie a las fixies, deeeejen que los que andan en fixie reclamen y digan que son mejores, deeeejen que fluya la rivalidad, que es inofensiva, como la de los defensores de linux versus windows, como de los metaleros con los poperos, o con otro metaleros, o como estados unidos versus corea del norte... no?

miércoles, 1 de mayo de 2013

La aventura del supermercado

Como ya no tengo un trabajo horrible, ni estoy rodeada de gente a la que desprecio, ni me acompleta un drama existencial... mi vida se ha vuelto sumamente incriticable.
No me estoy quebrando, sigo pasando rabias, penas, sigo entrecerrando los ojos y mirando el techo buscando respuestas para la estupidez humana, pero tal como llegan esos momentos, se van, porque suelen ser por gente que no conozco y que no volveré a ver, no de personajes dignos de mencionar. La cosa es que ya no tengo aventuras, así que me perdonarán, pero les hablaré de mi ida al super.

Ayer, ahuevonadamente, fui al supermercado como 10 para las 7. Por suerte fuimos a comprar pan primero y le comentamos al buen hombre del negocio que íbamos al super. El caballero miró el reloj y comenta que tal vez no encontremos el super abierto. Yo me pongo a pensar, y claro, recuerdo que hoy será feriado irrenunciable y que siempre antes de un feriado irrenunciables los bondadosos parientes del padre Hurtado, también conocidos como dueños de supermercados, hacen que los supermercados cierren a las 7 para que los empleados se puedan ir mas temprano.
Y pensando todo esto, seguí mi camino al super como por si acaso, por si alcanzaba a llegar. Cuando llegué a la puerta, entré esperando que me dijeran que estaban cerrando, pero nadie me dijo nada.
Aprecié el mar de gente desesperada comprando, compré un par de cosas y descubrí que eran bastante pocas, se lo comenté a mi madre mientras un hombre con un carro lleno, que estaba delante mío se da vuelta y me dice "Vas a llevar eso no mas?". Por un momento pensé que el caballero me iba a retar por ir al super a comprar tan pocas cosas, aunque eso no tenía sentido. Finalmente me ofreció pasar antes que él, y bueno, cuando estaba en eso, recién se dignaron a cerrar la puerta del super, no sin antes enfrentarse con la ira de mas de 10 personas que alcanzaron a llegar a un metro del umbral antes de que se cerrara la puerta. Mientras esperaba en la caja, volvieron a abrir, porque al parecer la ira de la gente fue demasiada. Finalmente, cuando salí, aún seguía llegando gente indignada, preguntando por quéeee estaban cerrando.
Entre medio, escuché a un caballero llamando a alguien para que fuera a comprar pan y diciendo "uno? no, compra 10 kilos".
Creo que la gente piensa que si el supermercado cierra un día, corre el riesgo de no volver a abrir nunca mas. O tal vez solo les da pánico querer un cepillo de dientes, una caja de bombones o cualquiera de esos artículos de primera necesidad que se encuentran en un super y no poder tenerlo en ese mismo instante. Porque no vengan con weás, las verdulerías si abrieron hoy