lunes, 9 de julio de 2018

Del trabajo... again

Lisa, cuando no te gusta tu trabajo no haces huelga, simplemente vas todos los días y te dedicas a escribir entradas de blog en lugar de hacer tu trabajo de verdad.
Hace un rato, una amiga me decía que veía la cordillera desde la ventana de su trabajo y se lamentaba pensando que debía estar encerrada en su oficina en lugar de recargando energías allá, en la cordillera.
Y así mismo estaba yo, viendo un arcoiris con niños jugando en prado verde fuera de mi oficina y yo fantaseando con salir a la calle. Bueno, no es tan así, la vista de afuera de mi oficina es la calle san antonio, pleno santiago centro, al lado de plaza de armas... que no se destaca por su belleza. Y lo cierto es que mi amiga no estaría feliz en la cordillera, porque se cagaría de frío, pero el punto es que las dos queremos irnos de la oficina.
Ella está mas cagada que yo, debe pagar un arriendo, no la culpo si le aterra dejar el trabajo, aunque perfectamente podría tirar curriculums como loca, pero tampoco es fácil, con la vida demandante del trabajo de oficina.
Finalmente en la oficina estás todo el día obligado a concentrarte en un trabajo aburrido, pero que al mismo tiempo, tiene su cuota de esfuerzo constante, no te puedes dar el lujo de hacer cosas en modo automático mientras piensas en tus propios problemas y creo que es lo que a mi me tiene mas ahogada... tan ahogada que he llegado a pensar que mis problemas de trombosis y masas misteriosas que son un cacho para los médicos son psicosomáticos.
Pero no nos pongamos new age.
La cosa es que cualquier esfuerzo por salir del círculo de la vergüenza se hace bastante agotador, porque implica, o hacer la weá en la misma pega (donde no haces nada tranquila porque en cualquier momento te pueden pillar) o en el tiempo libre, que finalmente terminas utilizando en descansar...
Porque si está hueviando fuera de la casa mas de 12 horas, lo que menos quieres es seguir trabajando cuando llegas a la casa, no?
No sé si ella está 12 horas hueviando fuera de la oficina, pero el principio es el mismo, no quieres llegar a tu casa a buscar otro lugar donde TRABAJAR.
Yo lo he hecho, he buscando lugares mas cercanos a mi casa para trabajar, pero las posibilidades son tan pocas: o eres operario de producción (que por lo general eligen hombres), o eres vendedora de preunic de lunes a domingo con turnos rotativos, 45 horas semanales, mas de un feriado completamente ignorado.
Olvidé la mitad de las cosas que tenía contempladas comer en mi almuerzo, lo que me hace un panda muy triste.


viernes, 6 de julio de 2018

Diálogos

Yo: Creo que si llego a tener un hijo alguna vez en la vida, tendré que volverme una persona sociable, y llevar a mi hijo a muchas cosas donde haya mas gente con la que deban conversar, para que se acostumbre a estar rodeado de personas todo el tiempo, se le haga de lo mas normal y no ande deseando la soledad con desesperación y ansiedad como yo...

Aurora: Mmmmmm, creo que mejor deberías tener un perro.

Cosas que se hablan en el trabajo, donde los grandes pensamientos surgen, entre la monotonía y la presión, mi cerebro es un carbón que probablemente, jamás se convierta en diamente... qué clase de letra de canción indie es esa?


miércoles, 4 de julio de 2018

Lenguaje inclusivo ahora si que si

El lenguaje inclusivo me ocasiona actualmente lo mismo que me ocasionaban los hombres homosexuales cuando tenía 6 años: me da risa, pero no tengo nada en contra en realidad. Si nos vamos por la vieja confiable Falsa dicotomía, puedo decir que prefiero "todes" a "todxs", porque al menos la primera weá se puede pronunciar po, la x le da un aire picao a punk adolescente que en realidad escucha green day y se cree rudo por eso.
Pero discriminar no es lo mío, soy demasiado progre para eso.
Por dios que estoy aburrida...

La vida de hetero

Ayer veía una rutina de una comediante lesbiana en netflix y me quedé pensando, nuevamente, en una cosa que vengo pensando hace rato ya: los gays no la tienen fácil.
No shit, Sherlock.
Por supuesto, las obviedades son lo mío.
No tengo amigos gays, porque en realidad tengo muy pocos amigos, así que lo cierto es que lo único que conozco de la realidad de los homosexuales es lo que veo en la tele, lo que me cuentan otras personas tan hetero como yo... y... eso sería.
Es por ésto, que muchas veces, he sido super poco comprensiva con el tema.
Pero cómo Cathy? tú que eres tan progre. Lo sé, lo sé... totalmente inesperado.
Hace un tiempo atrás, en una pega en la que estuve, tenía un jefe que aparentemente no se dignaba a salir del clóset. Digo aparentemente, porque solía esforzarse por decir cosas "hetero", mandaba fotos de minas al grupo de whatsapp y decía cosas que me daban ganas de decirle "loco, a quién quieres engañar?".
Así que un día, le di a entender que yo sabía su oscuro secreto. No se lo dije directamente, solo le pregunté si había visto el video clip de una canción tremendamente fleta que estaba escuchando y que decía que le encantaba. Me dijo que no y desde ese entonces me odió. Por un momento pensé que podía llegar a cagarme con la pega, pero solo me hizo un bullying indirecto que podría haber sido peor. Eventualmente se aburrió y todo volvió a la normalidad.
Yo no lo entendía, porque mi única intención era decirle "puede salir del clóset, el mundo es seguro". Pero es obvio, la weá que dije, la forma en que me expresé, obvio que debió haber sido muy saco e' wea.
Pero fuera de todo eso, no entendía por qué alguien en pleno siglo 21 se negaba a salir del clóset, siendo que había tenido toda una vida para descubrirse pero no la suficiente como para ser de una generación particularmente homofóbica.
Toda esa falta de comprensión también fue sacoweísta, porque finalmente, si no quería salir del clóset en el trabajo, era su puto problema. A lo mejor ya vivía fuera del clóset fuera del trabajo, o tal vez solo estaba loco, weá de él... pero fuera de eso, el mundo no es completamente seguro para los homosexuales, porque sigue lleno por todas partes de mucha gente odiosa para la que todo el asunto es the big deal.
Y me puse a pensar en que por ejemplo, yo, por el solo hecho de comer carne, he recibido un montón de hueveo que no he pedido, y es agotador, y es una paja y es solo eso, no comer carne, no pueden venir a hueviarme los testigos de jehová con que esa weá es pecado.

Entonces, me puse a pensar en mi infancia de mujer hetero. No sé bien a qué edad fue, los 11, 12 años? por ahí... que en determinado momento, comencé a tocarme. Era un autotoqueteo bastante inocente... no sé, abrazaba la almohada, me tocaba el cuerpo... nada invasivo. Y aunque era parte de mi, al mismo tiempo me incomoda conmigo misma y era el tipo de cosas que una en ese momento siente que si otra persona en el mundo la supiera, sería prácticamente la peor humillación posible.
En esos mismos tiempo, nos pusieron a la profesora bastante descriteriada y medio senil a hacernos "clases de educación sexual". Es probable que ya haya contado esta historia, pero en resumen, la mujer dijo cosas horribles. Mis compañeros preguntaron cosas horribles y la profesora les siguió la corriente y así es como terminé con mas rechazo por mi comportamiento secreto.
Era rara, porque era una mujer que al parecer se masturbaba, pero no se metía cosas como mis compañeros y la profesora afirmaban, entonces ¿qué era? no era normal que me masturbara, no era normal mi forma de masturbarme porque no se acotaba a las reglas establecidas por los descriteriados que me rodeaban... entonces qué era? una persona rara? una abominación?
De todas formas conté en la casa las cosas que había dicho mi profe, sin mencionar cómo me sentía yo al respecto, y probablemente no fui la única, porque un par de semanas después, el matrón del consultorio nos estaba dando una charla de educación sexual que se convirtió en un alivio.
Ahí supe que yo no era una mujer rara y si bien demoré un par de años en decir abiertamente que "me hacía cosas", al menos encontré una dirección en los albores de mi propia sexualidad.
Y entonces pienso, yo, como persona hetero, con una mamá bastante comprensiva con quien si podía hablar ciertas cosas, con quien eventualmente si hablé éste tipo de cosas, con todo el "material" al que pude acceder mas adelante para encontrarme a mi misma, tuve esos problemas de inseguridad, no puedo ni dimensionar la infancia y adolescencia de una persona que además de lidiar con eso, debe lidiar con la falta de aceptación, la discriminación y todas esas cosas horribles provenientes de tener una condición sexual con menor difusión, por decirlo de cierta forma.
Lo cierto es que el individuo homosexual que sale del clóset, es un puto héroe, y no podemos culpar a los que quieren seguir adentro, porque wn, qué paja.
Yo recibí una cuota de bullying en el colegio, porque en realidad yo era bien saco e' wea y me creía superior a los demás y eso los niños lo intuyen y entonces te buscan cosas para burlarse, y como se burlaban yo mas los despreciaba y así nos la pasamos toda la enseñanza básica, pero había un certeza que siempre tuve, y es que eso se iba a acabar, que saldría del colegio y se acabaría y el resto de mi vida sería bullying free. El LGTB no tiene esa garantía en su vida, y es probable que incluso, SU certeza sea que el bullying los acompañará toda la vida.
Así que si quieren ser unos histéricos con el tema de la discriminación, que lo sean, están en su derecho, se los concedo yo, desde mi cómodo privilegio de persona hetero.