viernes, 27 de febrero de 2015

El lado bueno de lo malo

La semana pasada, fuímos con mi macho (así le decía una ex compañera de la ex pega) Island de vacaciones al sur. Le dimos la vuelta al lago Llanquihue como en 4 días, lo cual es mucho tiempo, tomando en cuenta que son como 150 kilómetros no más, mas o menos lo mismo que pegarse el pique a viña en bici y esa weá la hago en una noche.
Yo pedí que el viaje fuera pussy porque mi plan inicial de vacaciones era quedarme acostada leyendo y escribiendo, en lugar de quedarme acostada jugando candy crush como el año pasado. Una pequeña variación que hace una enorme diferencia, porque el año pasado me limité a jugar candy crush porque estaba demasiado triste como para poder concentrarme en cualquier cosa de la vida. Pero eso, es harina de otro costal. Mas adelante hablaré de mis vacaciones manera mas global, pero primero quería hablar de una cosa en particular que ocurrió.
  Estabamos en Frutillar, y nos mojamos las patitas. El agua, heladísima. No solo bajo mi percepción femenina de "todo me da frío" sino que también para los parámetros de mi hombre que es todo un macho araucano inmune a las adversidades de la vida. Volvímos a la carpa, un poco derrotados y ya entrada la noche, escuchamos a un zorrón hablando por teléfono, y entre otras cosas le escucho decir "el agua estaba filete".
  Por si algún extranjero me llega a leer alguna vez en la vida, explico que decir que algo es "filete" es como decir que algo es maravilloso, fantástico, awesome (por si un angloparlante me llega a leer, hasta allá me llega el optimismo).
   Y bueno, escuchamos eso y los dos dijimos, dentro de nuestra carpa que esa weá no era cierta. Y yo le pregunté a Island (aunque mas para mi) por qué la gente hacía eso, por qué mentían así.
  Island me dijo que en realidad la gente no quiere oír las penurias y las cosas malas, así que por no ser desagradable, mejor les dices que todo está bien, para no ser un amargado, que incluso él (modelo de virtud máxima -solo lo estoy molestando, porque probablemente sea el único que lea ésto-) lo hacía. Ahí me puse a pensar que yo también lo hago a veces, cuando no quiero que el mundo sepa lo mal que estoy, pero que en general, me gusta andar despotricando y diciendo que todo está mal. Y claro, eso es super malo para el fuero interno, enfocarse en lo malo, quién quiere eso en su vida? Y entonces aparece el PERO.
   PERO, si por ejemplo yo me pusiera a contar que salí de vacaciones y todo salió bien, entonces, qué tengo para contar? Nada, la historia mas aburrida de todos los tiempos como mucho. Y como la finalidad de viajar es que pasen cosas dignas de contar, y como no pasó nada espectacular como que un dragón nos sobrevolara o como mínimo ver una ballena, hay que contar las cosas malas, así que en mi otra entrada voy a hablar de las cosas malas de mis vacaciones, porque simplemente, es divertido.

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