Como leo a tanto hombre reclamando porque "ya no se les puede decir nada a las mujeres", ando psicoseá con que cualquier de esos resentidos me gritará cosas en la calle, o creerá que me hará un favor diciéndome algún "piropo bonito". Lo cierto es que estadisticamente en mi propia vida, no ha habido un aumento de comentarios del mundo desconocido hacia mi (ay, porque las mujeres también acosan! ñiñiñi).
Y bueno, no caí en cuenta de mi psicoseo hasta el otro día, cuando estaba a punto de pasar por un detector de metales en un tribunal y el guardia me dice "disculpe ¿le puedo hacer una pregunta?", urgido, con miedo poco menos. Pensé "ya, qué weá me va a decir éste qlio?", pero entonces me dice "está embarazada?".
Después yo le contaba el evento a una amiga, que estaba horrorizada porque alguien hiciera una pregunta taaaan desubicada. Yo, honestamente, sentí alivio de que me preguntara algo real en lugar de alguna pregunta culera como por ejemplo, si me dolió caerme del cielo, o algo así. Y no es que me ocurra tan seguido, ni que esté tan weeeeena como para ser merecedora del honor de ser acosada con regularidad (o sea, loco, el guardia me pregunta si estoy embarazada, obviamente como sirena no me veo, entre la camiseta, la chaleca, el otro chaleco, la chaqueta, el pañuelo... etc.). Pero ahí estaba yo, víctima de la psicosis.
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