Debo decir que el cambio de hora me ha hecho sumamente feliz. Desperté a las 8:30 y me sentía una persona muy adulta y responsable. Porque claro, en horario antiguo hubiera sido las 9:30 y despertar a esa hora ya es cosa de pendejos que tiene que pasar la resaca, y lo de pendejo fue ayer, por la resaca del viernes.
Una parte de mi envejece y otra se vuelve mas pendeja... como yo que a medida que mas apatronada y vendida al sistema me siento, mas izquierdioza y feminazi me pongo, entonces mas rabia me da sentirme vendida y mas izquierdioza me pongo.
Que ganas de ir a una marcha, no es que haya ido a muchas, pero creo que es lo que mi corazón corrompido por los gustos burgueses necesita en éste momento puntual de mi vida, lejano a mi negocio autogestionado independiente e idealista que aún no existe.
Pero al menos hoy, me encuentro a las 9:30 tomando desayuno y eso me hace un panda muy feliz. Ya se me pasará, pero por mientras, lo disfruto.
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