Gud lor! qué buen fin de semana.
Tan así, que aún no han logrado quitarme el bueno humor.
Y si, es cierto, no me pinté las uñas, y no, tampoco ordené mi ropa... pero la lavamos! toda!
Y pude probar las acuarelas que compré como hace 3 semanas, con los pen brush que compré hace dos meses y que no había podido probar porque me había demorado en comprar las acuarelas y una cosa llevó a otra...
Y me saqué las cejas.
Y vi un capítulo de mi serie-placer-culpable... Y pude hacer todas esas cosas sin que implicara sacrificar mi tiempo de calidad familiar habitual, que es la mejor parte.
Porque el tiempo de calidad es como el tiempo para comer... no es una huevada que se pueda tranzar en la vida. No es como que yo pueda llegar un día a la casa y decir "hoy llegaré directo a acostarme" aunque es aquello con lo que fantaseo cuando me estoy levantando.
Y ocurre que ocupo el mismo tiempo para ambas cosas, como mientras comparto tiempo de calidad.
También tomé... tomé mucho... tomé tanto, que casi me tomo los medios de producción.
No es cierto, me tomé un mojito y después me quedé dormida en el auto, cual cabro chico en matrimonio de campo. Y yo tenía planes de ir a la Blondie... poor girl.
Es una cosa triste del trabajo apatronado... que como te levantas temprano de lunes a viernes, si quieres irte de juerga un sábado en la noche, para escapar da la realidad del apatronado, si quieres flagelar tu cuerpo como protesta a tu miserable estilo de vida, no puedes, porque a las 11 de la noche ya vales verga, y a las 12 estás durmiendo en un auto...
Pero a pesar de eso, fue un buena fin de semana, algo necesario para estos días de micros llenas y público indecente.
Bonito feriado, buen señor prat que decidió hacer algo estúpido y nos beneficio a muchos...
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