sábado, 11 de noviembre de 2017

Modo vacaciones

Esta semana empecé como el pico. El lunes, me comenzó un resfrío un poco endemoniado, y al final del día, estaba tan cansada que ni siquiera tenía humor para que mi familia me hablara, porque tenía hambre y sueño. Me enojé porque Rodrigo quería ver un video antes de nuestro capítulo de Supernatural diario, pero no dije nada, porque sabía que esa ira no venía de ninguna parte. Él también lo sabía y por eso no me mandó a la mierda. Dios lo bendiga. Entrenar a un reemplazo es agotador, en un comienzo, porque tienes que seguir con tu trabajo regular y además enseñarle todo lo que haces. Descubrí que hago demasiadas cosas, y que tal vez por eso no me alcanza el tiempo en el trabajo. Tuve una crisis existencial, donde no tengo tiempo durante todo el día, en el trabajo no alcanzo a hacer todo y en la casa no hago nada, porque estoy muy poco tiempo. Me deprimí, pero no alcancé a llorar.
El martes, estaba mas resfriada pero un poco menos cansada, así que ahí pude llamar a mi mamá antes de acostarme. Me contó que le habían robado la cartera, mientras estaba probándose zapatos en el centro, alguien pasó y se la sacó del lado. Me sentí como el pico, por la situación, y me deprimí por no estar disponible para mi familia... y estaba resfriada.
El miércoles, me sentí un poco mejor, porque ya estábamos a mitad de semana y mi nueva compañera ya podía hacer mas cosas por su cuenta. Llegué a la casa menos cansada que los días anteriores, y menos resfriada.
El jueves, ya en el trabajo, por primera vez en cierto tiempo no me sentí tremendamente frustrada, porque con la ayuda de la Ariana (así se llama mi reemplazo) avanzamos en el trabajo realmente. Fui a quedarme donde mi mamá cuando salí del trabajo y ella ya estaba mejor. Había cambiado las chapas de la puerta. Me contó que se le había roto la manilla de un mueble de dos puertas, que había sacado la otra manilla para llevarla de muestra para comprar la rota, pero que la muestra estaba en la cartera robada. El hecho me dió tanta risa que no pude parar de reírme durante cinco minutos, probablemente por todo lo que no me reí en la semana.
Ayer, ya estaba relajada, cosa que no me ocurría hacer tiempo. Fue un fenómeno extraño, lo de empezar a disfrutar las vacaciones antes de tenerlas, es como hacer trampa, no? Me encanta.

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