viernes, 4 de abril de 2014

ruidos

Hoy iba por la calle y de repente escuché un estruendo. Y yo soy como los ciervos, me altero gravemente cuando escucho ruidos fuertes y quiero asesinar a quien lo provocó... bueno, tal vez los ciervos no andan pensando en matar gente.
La cosa es que vi que era un hombre bajando una cortina de metal de un local y le comenté a mi madre algo que pensé en ese momento.
-A los hombres les encanta meter bulla.
-Si, les encanta- aportó mi mamá.
Porque si, siempre que alguien mete ruidos desagradables con cualquier artículo en la mayoría de los casos resulta ser un hombre.
Empecé a preguntarme por qué tendrán esa debilidad. ¿Será secuela de algún ritual de apareamiento que tuvieron nuestro antepasados? ¿Será que esa debilidad se desprende del deseo de mostrarse mas agresivos y por lo tanto masculinos?, ¿Habrá sido un mecanismo de supervivencia para defenderse de los depredadores?
Claramente los hombres también pueden ser un misterio, cualidad que siempre han intentado atribuirnos a nosotras

1 comentario:

  1. Le diría por qué lo hacemos, pero estaría traicionando a mis congéneres.

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