domingo, 27 de enero de 2013

No more, mister clean

Aunque en éste caso sería Missis Clean... pero bueno, se entiende, espero.
Pasa que ahora soy una mujer sucia, y es divertido. Pero no es divertido porque mi suciedad no sea literal.
Lo que pasa, es que yo antes trabajaba en un lugar horrible como secretaria. Y mi jefa, "un poco" obsecionada con mi apariencia (y todos los aspectos de mi que le pudieran parecer malos por alguna razón) siempre me andaba hinchando las hueas con leseras. Que me cortara el pelo porque se me veía seco (ella no era la reina de la hidratación tampoco), que por qué andaba un con pantalón negro de tela en lugar de andar con uno morado... etc.
La cosa es que todo el tiempo que estuve trabajando ahí junté plata y me puse a armar bicis, y cuando tuve la mas mínima esperanza de que podría vender cosas anuncié mi renuncia. Y finalmente me fui, y ahora soy una mujer sucia, llena de grasa, de tierra, mis manos pronto van a tener callos y mas de alguna herida tengo por "el oficio".
Sigo de mal humor, pero ya no siento que estuviera dejando pasar la vida por afuera de mi ventana mientras yo estoy resolviendo cachos absurdos y haciendo cosas intrascendentes, como explicarle a un jefe dónde tiene que firmar para que de todas formas firme en otro lugar.

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