Me acuerdo que en mi ex-trabajo horrible, cuando íbamos a almorzar y alguien sacaba su comida a la luz, un auxiliar miraba la comida y exclamaba "Guau!". Una de mis ex-compañeras siempre lo molestaba con eso.
También me acuerdo de la vez que llegué a otro ex trabajo y me presenté con la secretaria nueva. Ella me miró como si yo estuviera haciendo la cosa mas extraña del mundo. Me cayó mal. Los hombres no son así entre ellos, ellos son mas como los perros. Se ven, se mueven la cola, se huelen un poco y es como "ya, me caíste bien, juguemos, corramos para acá, corramos para allá... wiiiiii!".
Pero las minas no, las minas se miran, se evalúan, se ven como potencioales amenazas y se pueden caer mal de una... y si no son desagradables contigo inmediatamente, entonces huye, porque esa mujer te quiere arruinar.
No, si tampoco es tan así, pero la actitud de la secretaria nueva me hizo pensar en como son los gatos cuando se ven. Se miran, se medio gruñen, se muestran los dientes y se odian, hasta que están obligados a acostumbrarse uno con el otro... Y todo en base a nada, en base a que "son territoriales". La cosa es que ese odio gratuito es tan extraño para nosotros como es el odio gratuito de las mujeres para el mundo. Y no digo que solo sea extraño para los hombres, también lo es para otras mujeres.
El otro día, una amiga me contaba que desde que empezó a arreglarse mucho para la pega, las mujeres son amables con ella, porque según me dice, cuando te ven como una amenaza quieren saber todos tus movimientos y andan pendientes de ti... me pareció espeluznante, porque entonces es cierto, si una mujer es amable contigo, debes huir.
Tampoco creo que sea cosa de que las mujeres sean tan malas (lo aclaro para que no me acusen de machista), creo que en realidad debe ser el hecho de que conozco mas mujeres que hombres y a ellas las he visto hacer mas leseras y por eso las tengo en mas baja estima. Por lo mismo, me choca mas cuando un hombre hace una mariconeada.
Por ejemplo, el administrador de mi edificio. Pasaba que yo tenia que hacer el inicio de actividades para mi cosa de bicis y la forma mas facil era acogerse a una ley que permite hacer empresa en la casa. Por desgracia, se pedía la autorización del edificio.
Yo, babosamente, con la ingenuidad que me caracteriza, le voy a preguntar a él cómo lo hacemos. Él me pregunta cómo va a ser el negocio, que si va a venir gente extraña, le digo que no, que las ventas son por internet. Me pregunta si vamos a meter ruido, le digo que es solo un martillazo a la semana... Ya, me dice que no tiene ningún problema él, pero que va a hacer una reunión para que lo hablemos con los vecinos... Una semana después voy a consultarle por la reunión y me dice que ya habló con los vecinos, que casi todos dijeron que no. Me dijo que él lo lamentaba mucho... etc.
Luego de un día de desmoralización, hice un segundo intento de ir yo a hablar con los vecinos y los pillo a todos creyéndo que el portón del edificio iba a pasar abierto, que iba a pasar todo lleno de autos y gente circulando todo el día, que los pasillos iban a estar sucios con el movimiento de las bicicletas... etc. El administrador le había dicho a todo el mundo que mi negocio iba a llevar poco menos que el apocalipsis al edificio.
Menos mal que todos en el edificio lo odian y me creyeron a mi cuando hice finalmente una reunión.
Y bueno, así fue como conocí todo lo que es, un maricón sonriente.
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