Hoy mi compañera andaba con la regla. Y como andaba con la regla, estaba con el mismo nivel de irritabilidad que yo tengo en mis días normales. Pero para conmigo, sino que con el público. Fue reconfortante poder fastidiarse con libertad, y ser comprendida en nuestro odio por la humanidad. Aunque ella no lo deja fluir, se lo cuestiona, y lo justifica, porque claro, normalmente no es así.
No hay comentarios:
Publicar un comentario