lunes, 18 de diciembre de 2017

Grito de medianoche (aunque recién son las 11)

Estoy comenzando a sentirme un poco ahogada con mi nueva vida... lo que podría mojar a cualquier persona new age que crea en lo psicosomático, y si bien la bbc dijo que podría ser probable que a lo mejor, quizás, si haya una relación directa entre lo que se piensa y lo que se produce en el cuerpo, seguiré diciendo new age hasta que un documental serio me diga lo contrario...
En fin... tuve una trombosis al pulmón el año pasado, y éste año, me hice un escaner nuevo, en el lugar menos propicio para hacermelo, donde tuve como resultado un informe que básicamente dijo "puede que sea una trombosis nueva... como puede que no, la verdad es... a mi no me preguntes, soy solo un radiólogo".
Por lo que tuve que hacerme otro escaner, en otro lugar, en diciembre, con la navidad, con una new family relativamente numerosa a la cual le tengo mas que aprecio y que no puedo hacerles el desaire de no regalarles algo decente... etc.
Y mientras estoy en la oficina, intentando hacer que mis horas produzcan mas allá de lo humanamente posible, me pregunto, en paralelo con "¿a dónde se va el tiempo?"... "¿como he llegado a convertirme en ésto?".
Y de pronto, entre el ahogo de mi vida diaria, me siento en la obligación de explicarme a mi misma como llegué acá. Por una seguidilla de malas decisiones, seguida de un intento por tomar buenas decisiones para finalmente, cuando parecía encontrar la senda del buen camino de la rectitud, cayera un rayo a taparme una vena pulmonar.
Tengo derecho a estar enojada. Tuve tolerancia demasiado tiempo, ahora que todos se jodan.
No, no es cierto, solo estoy molesta y aprisionada y tengo que tirar todo esto en alguna parte.
Hace unos años, me casé, por razones equivocadas y seguí ese camino por razones igual de equivocadas. Creí que iba a ocurrir un milagro que no se dió y al no darse, terminé una relación en condiciones bastante poco favorecedoras, no solo para mi, ni para mi ex, sino que para algunas personas de mi familia.
Obvio que mi mamá sufrió, porque estuvo preparándose un año para mi partida y me vió partir, en vano, porque al final volví.
Mi hermano estuvo con ataque, porque se imaginó a una hermana menor sola, en un lugar lejano, con recursos limitados y con menos apoyo inmediato del que tenía en realidad. No durmió esa semana, y lo canalizó mandándome a la chucha por whatsapp un par de días, hasta que volví a la capital y le volvió el alma al cuerpo. Pero nuestra relación era frágil y obviamente algo se quebró.
Mi prima, creo que aún no me perdona, no sé si por mi poco respeto por el matrimonio, o porque me fui y volví pronto, porque no lo intenté realmente (aunque eso es como lo mismo que no respetar el matrimonio)... no lo sé. Nada volvió a ser lo mismo después de ese viaje.
Con la credibilidad debilitada, la banca rota en camino y un divorcio por tramitar, lo coherente fue buscar un trabajo apatronado, para que mi familia viera que ya no era la suelta de siempre. Encontré lo primero que pillé, que fue en una librería, y fui relativamente feliz ahí, de no ser por el pequeño detalle de que el horario era una mierda, al igual que el sueldo y que como entraba poca gente en ese local, me aburría como una ostra.
La necesidad de un trabajo donde pudiera estar sentada se me hizo urgente, por lo que decidí usar mi cursito de leyes online para buscar trabajo en algún estudio jurídico.
Lo conseguí relativamente rápido, en un buen lugar, aunque implicó dejar botado el trabajo en la librería para empezar al día siguiente en la oficina. Otra vez yo, la impulsiva, haciendo cosas poco calculadas... que para odio de todos resultan bien.
Porque si, fue un buen trabajo, en un comienzo. Todo iba bien, estaba tranquila, y entonces, la nación del fuego atacó, bajo el nombre tromboembolismo pulmonar.
La verdad es que la vida se me fue un poco a la mierda con eso, porque para empezar, estuve 3 meses con miedo a morirme por esa cosa, lo que me llevó a descuidar mi trabajo y mandarme condoros que me tuvieron en la cuerda floja. Entre medio, tuve que empezar los trámites de mi divorcio con un futuro ex esposo que tuvo muchos problemas para lograr concretar dichos trámites.
Luego una segunda nación del fuego atacó, bajo el nombre de un nuevo proyecto que armó mi jefe, que significó mas gente en la oficina y desde ahí la cosa no ha parado. Ahora hay gente por todos lados, y los odio, a todos. Gente que antes se iba a las 2 de la tarde ahora se va a las 5, oficias que ocupaba para almorzar ahora están ocupadas, la recepción siempre tiene a alguien esperando... los pasillos, las escaleras del edificio, el ascensor, de pronto, no hay donde estar, todo está lleno de gente y me ahoga... debo salir de ahí, con urgencia, pero el sistema me tiene cogida de los pulmones, tengo una salud que pagar y eso me hace un panda muy triste... porque la plata no importa... hasta que te enfermas.
Me iré de esa oficina, sé que lo haré, ese es mi mantra, my happy place cuando las cosas se ven horribles ahí, cuando me da el tiempo para lamentarme en ese lugar, pero eso no será hoy

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