jueves, 6 de julio de 2017

De la hora del té y el silencio...

Hoy, leyendo cosas en facebook, me sentí un poco como Clarice Starling... deseando el silencio de LA Cordero. Es que loco, me molesta que exista la posibilidad de que alguien, con tan poco criterio, que afirma cosas absurdas con una convicción tan poco fundada, pueda si quiera ser tomada en serio. Loco, no sabes nada sobre conductas sexuales, que a una persona le guste sufrir alguna clase de agresión controlada dentro de un ambiente íntimo bajo ciertos parámetros no implica que sea un sujeto que desee tener hematomas en el ojo. Loco, peras y manzanas, no es tan difícil... so vieja senil.

En fin. Lo que si me ha llamado la atención, y la verdad es que no sé si tanto en realidad, es el apoyo enrabiado y sediento de sangre que he visto en facebook. La verdad es que no es algo nuevo, la gente siempre se indigna y putea y quiere que alguien se pudra en la cárcel para siempre... o que se muera, o que lo linchen. Pero también creo que hay algo mas.
Es decir, la mujer golpeada, la mujer asesinada... la mujer violada, es el último eslabón de la cadena del machismo, y ahí es cuando la gente salta indignada, antes de llegar a ese punto, le estamos dando color.
Bien lo ilustró el joven de Mala Imagen cuando mostraba a una chiquilla yendo a pedir ayuda en contadas ocasiones hasta que aparece la gente reclamando en su tumba porque la chiquilla no había pedido ayuda antes.
No hay una cultura de frenar el machismo en su raíz, porque antes de la agresión física, todo lo demás es darle color.
Cuando vi las fotos, sentí lo mismo que el resto del público sediento de sangre. Sentí rabia, frustración, resentimiento. No solo contra Tea Time, sino que contra todas las actitudes machistas del mundo, contra los weones que por cualquier cosa nos tratan de histéricas, porque yo misma, NO QUISE ser una histérica en algún momento.
Cuando estaba chica, como a las 15 años, mi primer pololo me trataba mal. No solo me hacía cosas mariconas clásicas como ponerme el gorro, sino que me decía cosas malas, de mi misma. Yo me las creía y me sentía mal, y lloraba. No lo dejaba, porque sentía que él estaba AGUANTÁNDOME, que yo era la mala. Entre medio, durante la relación, un tipo me atacó en un callejón y básicamente me corrió mano. Lo denuncié, y producto de ésto, el tribunal me indicó terapia psicológica. Fue ahí que mi psicologa me habló sobre la violencia psicológica. Me explicó cómo era y comprendí que era lo que estaba haciendo mi pololo de ese entonces conmigo. Me decía que era algo real, algo denunciable.
Pero... es solo violencia psicológica, no la puedes probar, además... no es como que pueda morir por eso, no? además, tal vez yo solo era muy sensible, o sea, lloraba por todo, lloraba porque me trataba de puta... Tienes 16, tal vez 17 años, es tu primero pololo, todo se ve demasiado confuso.
Y un día, discutiendo, le dije "ándate a la cresta", porque me estaba diciendo cosas horribles y carentes de sentido. Me iba a ir, iba a dejarlo solo, pero me tomó, de los brazos y me azotó contra la pared. Y seguí con él, porque era pava, sentía que no había otra cosa en el mundo para mi y porque no parecía estar tan mal.
Obvio, cuando lo hice me asusté, me enojé, le dije que se alejara de mi para siempre, pero en el fondo, tienes el cerebro adormecido y todo resulta agotador. Es increíble lo agotadoras que son las parejas cuando presentan hostilidad. Muchas veces le decía que quería terminar, que la relación no funcionaba, hasta le decía que ya no lo quería, pero él seguía fingiendo que no entendía... amenazando con suicidarse si lo dejaba.
Y todo esto, pudo haber terminado sumamente mal, la violencia podría haber seguido para siempre, pero afortunadamente él se aburrió de mi y me dejó. Con los años, comprendí que la había sacado barata. Tiempo después me enteré que le había pegado a la polola de ese entonces. Hace poco me enteré que formó familia, espero que no haya vuelto a lo mismo, a lo mejor se rehabilitó, pero no lo sé.
Para mi, fue casi imposible dejarlo, porque se volvía mas agotador mandarlo a la cresta que quedarme ahí pasivamente. Me imagino lo difícil que debe ser cuando se tienen mas cosas en común, cuando se vive con el agresor, cuando se tiene hijos con él.
Años después, le conté a otro pololo que tuve sobre mi ex el azotador de mujeres, puntualmente le conté del episodio.
-Y el cerebro donde lo tenías? en el refri?- me dijo.
Y siempre hacemos eso, siempre culpamos al o a la agredida, por no alejarse, por no parar los carros, por no devolver el golpe. Yo misma, después de todo lo que viví, también juzgué a alguien agredido que conocí, que siguió con su pareja luego de una agresión fuerte, pero ahora, que pienso que el amor funciona como una droga, y creo que tal vez las relaciones tóxicas son como la pasta base, que generan adicción aunque el adicto sabe que lo están matando y la única forma de dejar una adicción es con apoyo real del resto, y puedes volver a recaer y no por eso te pueden culpar, o al menos no deberían, porque la culpa es la que mas ayuda a que te mantengas dentro de una relación horrible.
Así que chúpalo "Dra". Cordero... con mayo, es lo único que mereces, un insulto misógino, a tu nivel

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